Bienvenido a esta nueva sección. La Pasión según Constantina. Aquí encontrará pequeños comentarios ilustrados acerca de la Semana Santa vivida en nuestro pueblo. Con ello se pretende contar la Semana de Pasión de Cristo desde una visión más profunda alejada de referencias a Hermandades y Cofradías. Deseamos que cada persona deje su impresión acerca de ese día, que nos describa como vive la Semana Santa, etc.

Esperamos que les sea de su agrado.

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viernes, 18 de abril de 2008

SOLEDAD


Qué serenidad en su rostro

Todo está consumado


Un féretro dorado para un Rey

Qué sola estás en tu amargura.

La Cruz desnuda refleja la muerte.

SOLO QUEDA SOLEDAD

En esa tarde, Constantina se ve envuelta por un negro manto que cubre la tristeza en la que han quedado sumidos los habitantes de esa ciudad blanca. La razón es sencilla, Cristo va a ser Enterrado allí mismo donde nació. María, su Madre y Madre de todos aquellos que miran con tristeza, sigue al féretro de su Hijo en lo más profundo de su Soledad. En esta ocasión, ya no está a los pies de la Santa Cruz, sino delante, intentando ocultar a los ojos del gentío el madero donde murió su Hijo. No quiere que recuerden el dolor que sintieron al verle allí clavado la noche antes.
En esa negra tarde, Madre e Hijo van más cerca que nunca. No hay penitentes que los separen, esta vez no. María ha querido ir sola. Cristo yace en un lecho de lirios que resaltan lo dramático de la situación. Flores y más Flores para un Rey que días antes llenaba las calles, y que esa misma tarde había subido a reencontrarse con su Padre, con Dios, a la espera de su Resurrección.
El cortejo fúnebre es largo, pues nadie quiere que María se sienta abandonada en tan amarga circunstancia. Sin embargo, ELLA está tan sola...

domingo, 13 de abril de 2008

DOLOR EN EL AMOR

Su Palio deja ver el Cielo en el que descansa su hijo
La Torre también la acompaña en su Calvario
Flores para una Reina
Una vela ilumina su camino hacia Dios
La oscuridad de su piel refleja lo dramático del momento

AMOR Y DOLOR

Y a las tres de la tarde Cristo cierra los ojos por que la vida se le ha escapado. Ya no hay opción para la esperanza, tan sólo para la tristeza y el dolor. Constantina sale a acompañar el triste camino hasta el Monte Calvario, donde Jesús está en el madero. Allí no falta nadie. Todos quieren acompañar a una desconsolada Virgen para aliviarla en sus Dolores. Ella esboza una leve sonrisa de agradecimiento a quienes están allí. La mayoría son bellas mujeres, que enlutadas acompañan a su Madre y a Cristo. Él, que dio todo su Amor por ellos está muriendo en la cruz que días antes cargó al hombro. Siete Palabras es lo último que dice antes de morir. El Amor de Dios se hace presente al brotar agua de la llaga que tan cruelmente le hicieron sus verdugos.
Caminan juntos, Ella detrás del Padre de todos los allí presentes. Los puñales del corazón de la Virgen acentúan aún más el dolor que siente por la pérdida de su Hijo.
Cae la noche, y Cristo muere en Constantina, pero muere para resucitar a los tres días, tal y como lo establecieron las Escrituras.

miércoles, 9 de abril de 2008

ENCUENTRO EN EL LLANO


El Cielo anuncia lo que va a ocurrir

Y se produce el reencuentro...

¿Qué le estará diciendo?

Ya siente que su Madre esta cerca

Con la mirada busca a su Hijo

ENCUENTRO

Tras la Madrugada en vela, Jesús repite el camino de la noche. Temprano cruza el jardín con Simón detrás. Pero esta vez no va sólo. La Virgen ha decidido salir en su búsqueda para encontrarse con él y darle aliento. Ella avanza lentamente bajo un techo de oro y flores al compás de la música angelical que Dios le envía para hacer menos amarga su pena. Al llegar al final de la calle, San Juan presiente que su Amigo está cerca pues ve relumbrar uno de los casquetes de su Divina cruz. Es entonces cuando se produce el momento de emoción. María llora al contemplar lo que le están haciendo al Rey de Constantina mientras que Él ya no puede más, pero persiste con la esperanza de llegar a la Casa Celestial y soltar su cruz.

En ese momento, la Palabra de Dios avisa a los allí presentes del momento que van a vivir. Sí, es el encuentro de una Madre y un Hijo, pero no es normal. Un algarabía de gente los rodea. Nadie quiere perderse las frases esperanzadoras que Dios está profiriendo en ese instante. Todos desean ver la triste belleza de María.

La muchedumbre se dispersa para ceder la calle a ELLOS. Deben continuar, está vez, el Padre delante; detrás, María y Juan. Los tres juntos van al Monte Calvario para que se cumpla la peor de las condenas. Ella no puede más. Le van a quitar a su Hijo, el Salvador de los hombres.

martes, 8 de abril de 2008

SILENCIO...


Se despide de su Madre

Ayudado por el Cirineo con el peso de su Cruz

La Torre contempla su silencioso caminar

ELLOS salen a su visita al Templo

Regresa con la Esperanza de ver a su Madre

ENMUDECIÓ CONSTANTINA

La madrugada en la que Constantina enmudece, Dios sale por la puerta de su Casa con la cruz al hombro. Detrás, Simón, quien le ayuda a cargar con el peso de tanta penitencia por no haber cometido pecado alguno. La oscuridad de la noche se más hace presente en ese momento. El Señor atraviesa su jardín para comenzar su particular recorrido en el más triste y sobrecogedor de los silencios. Dentro de su Casa quedó su Madre. No puede ver como sufre su hijo. Esta vez ella no saldrá. Esperará a que mañana salga el primer rayo de sol para que San Juan la acompañe en ese agridulce episodio que es el encuentro con su Hijo.

Por las calles de su pueblo, Jesús reza en silencio. Su cruz cada vez pesa menos debido a los numerosos fieles que han decido acompañarle en este trance. Continúa caminando poquito a poco.
La espadaña de su Ermita comienza a inquietarse cuando de lejos ve el primer resplandor de un cirio negro. Ya viene, se dice en silencio. Ya viene al encuentro con su Madre.

PACIENCIA Y AMARGURA


Amargo camino tras su Hijo


Preparados están para su Estación



Qué bella es su Amargura


Humildad y Paciencia en su rostro

Observa su Monte Calvario de flores...

lunes, 7 de abril de 2008

TARDE DE AMARGURA Y HUMILDAD

Llega la tarde más amarga del año. A las seis de la tarde se abre la puerta de nuevo, por la que aparece una cruz de guía avisando de lo que va a venir después. Tras ella, una hilera de parejas anónimas caminan lentamente con cirios, varas y estandartes en la mano. Es el cortejo que precede al SEÑOR. Mientras, espectadores contemplan uno a uno los ojos llorosos de los nazarenos, quienes saben que DIOS hecho hombre está a punto de salir por la puerta. Y sale. Sale DIOS TODOPODEROSO sentado en una peña sobre flores de mil colores. Está esperando pacientemente que un sayón haga un agujero en la tierra bajo las órdenes de un vigoroso romano. Tras ÉL, música que refleja la amargura de la situación.
A continuación, un palio de plata sale a la calle. Todos saben quien es. Amargura. Su nombre penetra en los corazones de aquellos que la sienten como una Madre. Ella se ha puesto su manto color burdeos para acompañar a su hijo en esa noche. Sus ojos se van a secar de tanto llorar. ¿Que pena tiene el alma! No hay consuelo para esa MADRE.
De regreso a casa, cuando ELLA entra por la puerta, los testigos de alrededor rezan cantando el Ave María. ELLA sabe que nunca estará sola en el desamparo. Sus nazarenos lloran por la estación concluida. La Iglesia es un mar de lágrimas por el amor que sienten hacia ÉL y hacia ELLA.

DOMINGO DE PALMAS Y RAMOS

Los Blancos capirotes desean alcanzar el cielo.

A su lado, su Madre, también quiere verle salir.

En las calles se hace presente


Flores amarillas que iluminan su rostro



Su mirada de amor es eterna.



MAÑANA DE PALMAS Y RAMOS

Amanece en Constantina un Domingo cualquiera, pero ella sabe que no es así, pues Dios bajará del Cielo en su pollino para procesionar por las calles de ese hermoso pueblo. Niños y niñas, adultos, ancianos ... en fin, personas de todas las edades van a saludar a Cristo con palmas y ramos en la mano. Es Domingo de Ramos, el día más esperado del año y todos lo sabían. Por eso, se ponen sus mejores galas para ir a ver al Señor. Todo es alegría por ver a la borriquita pasear por su pueblo. Es mediodía y la gente se agolpa en torno al paso. Atrás quedó el cansancio de toda una noche trabajando para que Él pueda montar en su pollino como se merece. Ahora todo está perfecto para la mañana más bonita de un Domingo cualquiera.

Flores amarillas adornan su trono regio que iluminan aún más si pueden la sonrisa de Dios. Sones de cornetas avivan la mañana soleada de Constantina.
Nazarenos blancos salen para acompañar a su Padre en esa bonita mañana. Todos con su palma en la mano desean ver la cara del Señor cuando salga de Llano del Sol. En el camino, rezan para que Él les dé fuerzas para hacer su recorrido.

Tras un rato en la calle, Jesús vuelve a su casa de la Encarnación para cambiar de paso y salir acompañado de su madre esa misma tarde.